Llego nuestro último día en Londres, y es que aunque nuestro avión saliera mañana, no podríamos aprovechar el día ya que el avión salía a la 13:00h y la mañana la perderíamos en el trayecto del autobús.
Volvíamos a madrugar y esta vez nuestra primera parada era Camden Town, una de los barrios que mas me gustan de Londres.
Zona conocida por su mercado y sus tiendas donde podemos encontrar tanto ropa de segunda mano o alternativa, antigüedades y todo tipo de tiendas de souvenirs además cuenta con un gran mercado de puestos de comida con precios muy asequibles y con una gran diversidad para elegir.
Mi consejo es que si queréis comprar recuerdos de vuestro viaje lo hagáis aquí y si podéis hacerlo en una tienda que esta al lado de la famosa Cyberdog, la distinguiréis porque esta llena de gente.
Nos pasamos la mañana de tienda en tienda, recorriendo el Camdem Market y echando un vistazo a los puestos de comida que se encuentra a uno de los lados de Regent´s Canal.
Si alguno ya ha estado hace unos años en Londres recordará que al otro lado del río en la zona de la derecha había todavía mas zona de restauración, conocido por sus asientos hechos con motos antiguas, pues toda esa zona ha sido derribada y actualmente es un terreno vació en el que parece que van a construir algo, para mi fue una tristeza enorme verlo así después de haber estado en esa zona hacía unos años.
Cuando el hambre apretaba y cada uno teníamos claro el puesto de comida elegido, compramos la comida y nos sentamos en unos bancos del mercado a comer tranquilamente.
Después seguimos callejeando por las laberínticas calles de Camdem hasta llegar a a famosa Cyberdog una tienda de ropa alternativa que más que una tienda cuando entras crees estar en una discoteca por su música a gran volumen y sus go-gos, sisi has leído bien.
El día más propicio para ir es el Domingo que es el día de mercado y es cuando más ambiente hay, aunque nosotros fuimos el sábado y no sé si sería por el buen tiempo que hacía que estaba lleno de gente.
Los horarios del mercado son de 09:00h a 17:30h y las tiendas hasta las 18:00h, estando cerrado los Lunes.
Despidiéndonos con mucha pena de este barrio, pero aun nos quedaban más cosas por ver, volvimos a coger el metro hasta bajarnos en la estación de South Kensington y visitar el famoso museo de historia natural.
- Horario: De Lunes a Domingo de 10:00h a 18:00h
- Entrada: Gratuita
No tuvimos que esperar nada para entrar, una pequeña revisión de mochilas y allí estábamos frente al famoso dinosaurio que nos da la bienvenida.
Aprovechamos casi hasta la hora de cierre recorriendo todas y cada una de las salas, aunque no encontramos a la gran ballena azul y eso que se deja ver.
Para mi es una visita imprescindible por la majestuosidad de este edificio, tanto por todo lo que nos muestra en su interior como por su arquitectura.
Una vez fuera del museo, sabía que estábamos muy cerquita de Hyde Park así que donde mejor ir para descansar además con el buen tiempo que hacía.
Recorrimos Queens gate pasando por delante del hotel donde me aloje la primera vez que fui a Londres, hasta llegar a una de las entradas de Kensington Gardens, que aunque este junto a Hyde Park no hay que confundir.
Lo primero que nos encontramos caminando desde esta entrada es el Albert Memorial, monumento en memoria de Alberto de Sajonia, marido de la reina Victoria I.
Seguimos paseando hasta entrar de lleno en Hyde Park, descubriendo la Fuente de la Princesa Diana, monumento en forma de fuente circular inaugurada en 2004 en memoria de Lady Di.
Caminamos por las extensas praderas verdes del parque donde ponemos encontrarnos hamacas, ya que en estas zonas los Londinenses aprovechan cualquier rayo de sol.
Encontramos un banco vacío a la orilla del lago así que decidimos que era el mejor lugar para descansar, viendo la gente pasear, las barcas y patos en el lago.
Después de un buen rato disfrutando de la tranquilidad del parque, quisimos ir a ver el ambiente de Oxford Street un sábado por la tarde, así que cogimos el metro en Knightsbridge hasta Oxford Circus.
Paseamos un poco sin rumbo disfrutando del ambiente, pero llego un momento que mis pies me dijeron basta. Así que aprovechando que ya era de noche y no quería irme de allí sin ver el Tower Bridge iluninado, volvimos a coger el metro para dirigirnos a la parada de Tower Hill.
Ya se notaba como refrescaba así que nos dimos prisa para verlo y hacer el reportaje fotográfico el puente.
Nuestro día y viaje a Londres había llegado a su fin, el día siguiente nos esperaba un viaje en Easy Bus hasta el aeropuerto de Stansted y la vuelta a Zaragoza.
Aunque por otra vez me quedo con las ganas de pasear un Domingo por Portobello, me voy con la sensación de haber aprovechado al máximo este viaje, en el que todos disfrutamos y además tuvimos la suerte de tener unos días soleados e incluso a veces calurosos.
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